Humphrey Bogart

 

En la práctica de hoy aprenderemos colorear una imagen en blanco y negro. En mi caso, he coloreado los ojos de una imagen de Humphrey Bogart. Para este proceso utilizaremos el programa Gimp.

1. Buscar una imagen que nos guste que esté en blanco y negro. Descargarla y abrirla en Gimp. (Si nos da problemas tenemos la opción, que también funciona, de copiar y pegar la imagen con "control + C" "control + V").

2. Una vez tengamos nuestra imagen abierta en Gimp hacemos zoom con la herramienta "lupa". Esta nos servirá para aumentar o disminuir, en mi caso aumento en los ojos para colorearlos.

3. Cuando ya hayamos hecho zoom, marcamos la herramienta del "lazo" (herramienta de selección libre) y marcamos punto a punto o a pulso el contorno que queramos colorear (la línea que hayamos dibujado tiene que acabar en el primer punto). 

4. Una vez tengamos nuestro contorno, clicamos en "colores" "colorear". Movemos la barra de "tono" al color que queramos (para pintar el otro ojo igual, me quedo con el tono del color para que sean iguales).

5. Una vez finalizada nuestra práctica "exportamos como" y la guardamos. 

Humphrey Bogart

Nació el 23 de enero de 1899 en NuevaYork.

Tras realizar el servicio militar en la Primera Guerra Mundial, Bogart se embarcó en su carrera teatral, primero como manager, después como un actor que se abrió camino hacia Broadway. En 1926 contrajo matrimonio con la actriz, Helen Menken, y en 1928 se casó con la también actriz, Mary Philips. 

Fue uno de los actores más carismáticos de la época dorada de Hollywood. Logró su primer éxito cinematográfico en El bosque petrificado (1936), de Archie Mayer, interpretando al gángster Duke Mantee, papel que dos años antes había hecho en Broadway. Otras películas de la década de 1930 fueron Río arriba (1930, John Ford), Balas o votos (1936, William Keighley), junto a Edward G. Robinson, San Quintín (1937), de Lloyd Bacon y Ángeles con caras sucias (1938), de Michael Curtiz. Alcanzó el éxito tardíamente a raíz de El último refugio, de Raoul Walsh, que le catapultó al estrellato a la edad de 41 años.

Trabajó en más de cincuenta películas, entre las que destacan, aparte de las citadas, El halcón maltés (1941), de John Huston, Casablanca (1942), de Michael Curtiz, Tener y no tener (1944), El sueño eterno (1946) de Howard Hawks, El tesoro de Sierra Madre (1948), Cayo Largo (1948), ambas de John Huston, Horas desesperadas (1955), de William Wyler, y El motín del Caine (1954), de Edward Dmitrick.